Tratamiento Duelo en Madrid

Duelo y situaciones vitales negativas

Cuando menos lo esperamos, la vida nos coloca ante un desafío que pone a prueba nuestro coraje y quizá nuestra forma de interpretar el mundo y a nosotros mismos.

Generalmente asociamos el concepto duelo al proceso por el que pasamos tras el fallecimiento de un ser querido. Sin embargo, también se realiza este proceso ante cualquier tipo de pérdida significativa en nuestra vida: aparición de enfermedad, pérdida de un proyecto vital, un trabajo, etc.

Existen “fases” del duelo reconocibles e identificadas por la psicología teórica, no obstante, la experiencia de duelo es única y es distinta para cada persona. Además, una misma persona, pasa procesos de duelo distintos ya que ninguna pérdida es comparable a otra.

Distintos psiquiatras y psicólogos han presentado modelos generales sobre las fases que se pasan en un proceso de duelo. Estos modelos intentan explicar las diferentes etapas que pueden pasar las personas que están experimentando un duelo. Son marcos teóricos que explican cómo se sienten las personas en distintos momentos de su luto y cómo tienden a actuar. Sin embargo, no existe un orden establecido que rígidamente la persona tenga que pasar y una persona no tiene porqué pasar por cada una de estas etapas.  Cada persona siente y expresa su dolor de una sola manera, la suya.

Etapas del duelo

Reunificando diferentes teorías, podríamos distinguir las siguientes etapas de duelo:

Etapa de la negación

Generalmente ante una noticia que nos rompe por dentro, hay una primera etapa de Shock caracterizada por sensaciones de entumecimiento y embotamiento afectivo, sentimientos de irrealidad (“no puede ser verdad”) e incredulidad. Esa fase de negación puede ser un mecanismo de defensa de nuestro cerebro, como forma de amortiguar el golpe de la noticia y aplacar de alguna forma parte del dolor, para ir asimilándolo lentamente.

Etapa de Anhelo y desesperación

Se caracteriza por emociones intensas, sobre todo con profundos sentimientos de pena y anhelo por que la situación no hubiera ocurrido, posiblemente intercalados con ansiedad, frustración, resentimiento o rabia. Se puede añadir a esta confusión emocional, auto reproches, baja autoestima, inseguridad y aturdimiento.

En esta fase es posible tener pensamientos repetitivos acerca de lo que podría haber pasado si… o pensar en estrategias que habrían evitado el acontecimiento, como ¿y si hubiera hecho esto o aquello?

Etapa de apatía y vacío

Disminuye la intensidad emocional y aparecen períodos de apatía y la sensación de vacío existencial. Algunas personas pueden plantearse el sentido de su vida y pueden aislarse de su entorno y de su vida tal y como era antes.

Reorganización y Recuperación

Se comienza a convivir con el dolor emocional en una realidad diferente, comenzando a aprender a vivir sin lo que se ha perdido. Es como si apareciera una nueva forma de ser y sentirse en el mundo, distinta a la anterior.

Independientemente de estas etapas teóricas, el cómo nos sentimos ante una perdida no es algo que necesariamente debamos o logremos «superar». Cuando afrontamos una perdida profunda, sentimos que no hay ni una sola área de nuestra vida que no se vea afectada por ese dolor.

Para explicarlo visualmente, puedes dibujar un círculo en un papel. Imagina que ese círculo te representa y todo lo que tiene que ver con tu vida está representado en el interior de ese círculo. Si te pido que lo dividas en áreas de tu vida más o menos influidas por tus emociones presentes ¿puedes dividirlo? o por el contrario ¿piensas que todo el círculo está lleno de esas emociones actuales? Colorea el circulo con aquellos colores que creas que simbolizan mejor tus emociones ante tu perdida, y si lo has dividido, colorea las distintas porciones de tu realidad que han aparecido. Elige los colores conforme a cómo te sientes, ¿Qué color/es eliges?, ¿son todos iguales? Si realizas este ejercicio todos los días ¿hay cambios en el dibujo?

Nuestra vida está hecha de recuerdos, pensamientos, sensaciones, instantes pasados que condicionan nuestro presente y nuestro futuro. El dolor por la pérdida puede ir cambiando, sin embargo, en ocasiones se queda dentro y tenemos que aprender a que nuestra vida crezca alrededor de él.

Siguiendo con el símil del círculo, es como si nuestra vida se empezara a desarrollar en otro círculo concéntrico más grande, alrededor del dolor en el centro. De esta forma, aunque experimentamos muchas otras cosas nuevas en nuestras vidas, el duelo seguirá existiendo, por lo que, en ciertos momentos significativos, es normal que volvamos a empaparnos de ese dolor, aunque luego volvamos a salir de él para continuar con nuestra vida tal y como es ahora.

El duelo un proceso de cambio

El duelo es un proceso de cambio profundo, e incluso de reinvención personal que tiene ritmos y tiempos diferentes para cada persona. En muchas ocasiones no se supera el duelo ni se deja atrás, sino que se aprende a que forme parte de nuestra vida. Las emociones intensas que aparecen en el primer círculo, no se quedan para siempre igual de oscuras, sino que cambian de forma y se vuelven menos rígidas, llegando un momento en que se vuelven manejables.

Ayuda psicológica ante el duelo

Le puedo acompañar en este proceso, ayudándole a reconocer y gestionar todas las emociones por las que estás pasando. No se trata de modificar sus sentimientos artificiosamente. Se trata de ayudarle a entender sus sentimientos y comprender el porqué y el para qué de los mismos, para validarlos dentro del proceso que está viviendo y continuar avanzando, pese al acontecimientos que le ha tocado vivir.

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