Trastorno Obsesivo Compulsivo
Según el manual diagnostico de los trastornos mentales (DSM-V), para el diagnostico de trastorno obsesivo-compulsivo, se tiene que dar
Presencia de obsesiones, compulsiones o ambas:
Obsesiones
Las obsesiones se definen por (1) y (2):
Pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan, en algún momento durante el trastorno, como intrusas o no deseadas, y que en la mayoría de los sujetos causan ansiedad o malestar importante.
El sujeto intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o neutralizarlos con algún otro pensamiento o acto (es decir, realizando una compulsión).
Compulsiones
Las compulsiones se definen por (1) y (2):
- Comportamientos (p. ej., lavarse las manos, ordenar, comprobar las cosas) o actos mentales (p. ej., rezar, contar, repetir palabras en silencio) repetitivos que el sujeto realiza como respuesta a una obsesión o de acuerdo con reglas que ha de aplicar de manera rígida.
- El objetivo de los comportamientos o actos mentales es prevenir o disminuir la ansiedad o el malestar, o evitar algún suceso o situación temida; sin embargo, estos comportamientos o actos mentales no están conectados de una manera realista con los destinados a neutralizar o prevenir, o bien resultan claramente excesivos.
- Las obsesiones o compulsiones requieren mucho tiempo (p. ej., ocupan más de una hora diaria) o causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
- Los síntomas obsesivo-compulsivos no se pueden atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) o a otra afección médica.
Este trastorno se caracteriza por PENSAMIENTOS PERSISTENTES Y PERTURBADORES (OBSESIONES) que le llevan a realizar ciertas conductas, (RITUALES o COMPULSIONES) con el objetivo de controlar la ansiedad producida por estos pensamientos. Estas acciones mejoran su intranquilidad a corto plazo, pero no tarda en volver a tener que realizar nuevos rituales para hacer frente a posibles pensamientos que siente que le asaltan y que percibe como incapaz de hacer desaparecer, ni de controlarlos.
Generalmente las personas que padecen este trastorno tienen unas Creencias básicas que son el origen y las mantenedoras del problema. Las más frecuentes son las siguientes:
- Creencias sobre la responsabilidad excesiva
- Creencias relacionadas con la sobreestimación de la amenaza
- Creencias relacionadas con sobreestimar la importancia de los pensamientos y con la necesidad de su control
- Creencias relacionadas con perfeccionismo
- Creencias relacionadas con la intolerancia hacia la incertidumbre
Veamos un ejemplo del proceso que puede seguir una persona con creencia de responsabilidad excesiva:
El tratamiento psicológico tiene por objetivo acompañarle en descubrir cuál es el proceso que usted sigue con respecto a sus creencias principales y los pensamientos obsesivos que subyacen a ésta, así como entender y darse cuenta de que realizar las compulsiones tiene un papel fundamental en el mantenimiento del problema, ya que éstas minimizan su ansiedad a corto plazo, pero no logran a medio-largo plazo que los pensamientos obsesivos desaparezcan, todo lo contrario, los potencian. La técnica fundamental a utilizar en este trastorno es la exposición con prevención de respuesta, junto con otras técnicas de desactivación fisiológica, cognitivas, emocionales y conductuales que se irán implementando según las características de la persona que consulta.