Ansiedad generalizada | Ayuda Psicológica Madrid

Ansiedad generalizada

Cuando las preocupaciones son difíciles de controlar

El trastorno de ansiedad generalizada se caracteriza por tener una SENSACIÓN GENERAL y constante de PREOCUPACIÓN respecto a lo que le pueda acontecer a usted o a sus seres queridos. Se siente frecuentemente intranquilo sobre lo que puede suceder, pensando que algo malo va a ocurrir. Esta sensación de inseguridad y tensión le impide disfrutar de su presente pudiendo ir acompañada de irritabilidad, tristeza, tensión muscular, cefaleas o problemas de sueño.

Según el manual diagnóstico de los trastornos mentales (DSM V), los criterios diagnósticos para el trastorno de ansiedad generalizada son:

  • A. Ansiedad y preocupación excesiva (anticipación aprensiva), que se produce durante más días de los que ha estado ausente durante un mínimo de seis meses, en relación con diversos sucesos o actividades (como en la actividad laboral o escolar).
  • B. Al individuo le es difícil controlar la preocupación.
  • C. La ansiedad y la preocupación se asocian a tres (o más) de los seis síntomas siguientes (y al menos algunos síntomas han estado presentes durante más días de los que han estado ausentes durante los últimos seis meses): Nota: En los niños, solamente se requiere un ítem.
  1. Inquietud o sensación de estar atrapado o con los nervios de punta.
  2. Fácilmente fatigado.
  3. Dificultad para concentrarse o quedarse con la mente en blanco.
  4. Irritabilidad.
  5. Tensión muscular.
  6. Problemas de sueño (dificultad para dormirse o para continuar durmiendo, o sueño inquieto e insatisfactorio).
  • D. La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

En todo caso hay que descartar que la alteración se deba a otros problemas médicos o farmacológicos.

Todos nos preocupamos, pero la persona que sufre el trastorno de ansiedad generalizada le resulta casi imposible desprenderse de su preocupación. El TAG se desarrolla lentamente. A menudo comienza durante la adolescencia o juventud. Los síntomas pueden mejorar o empeorar en distintos momentos y a menudo empeoran en momentos de estrés.

En el tratamiento de este trastorno, además de técnicas de desactivación fisiológica y de técnicas cognitivas y conductuales para la generación de nuevos patrones de pensamiento y conducta, la evidencia de estudios experimentales recogida hasta ahora sugiere que en este trastorno es fundamental que la persona comprenda cual es la relevancia de la preocupación en su vida cotidiana. Entender el PARA QUÉ SE PREOCUPA, MAS QUE EL PORQUÉ. El paciente debe entender cuáles son sus creencias positivas acerca de preocuparse, (p. e. “preocuparme me ayuda a resolver problemas”) que disparan sus pensamientos “y si” …  ¿y si le ocurre algo?, ¿y si pierdo el trabajo?, ¿y si no consigo el puesto?  Quizá desde muy temprana edad la persona ha aprendido que preocupándose hace frente a los imprevistos, por lo que la conducta de preocupación, ha quedado instalada en su repertorio de actuación ante situaciones estresantes, novedosas o inciertas.

El problema sobreviene cuando la persistencia y repetición de este esquema se hace inflexible y comienzan a aparecer a la vez creencias negativa acerca de preocuparse: “no puedo controlar mi preocupación, “me estoy volviendo loco” “mi cabeza va a estallar”. La persona se da cuenta que cuando se preocupa, es incapaz de tomar decisiones y se siente totalmente controlado por la preocupación. Pero como ha aprendido por su historia vital, la primera alternativa que toma es preocuparse para encontrar la solución a su malestar y comienza a estar preocupado por su preocupación. Se establece así un círculo vicioso que incrementa la ansiedad y la creencia en la perversidad de la preocupación que se siente como incontrolable.

En el tratamiento del TAG, se comienza debilitando las creencias negativas sobre la preocupación (incontrolabilidad, es dañina para la salud mental y física, etc.) y posteriormente las creencias positivas sobre la preocupación como estrategia para controlar acontecimientos futuros que imagina.

Tipos de trastornos de Ansiedad y Estrés

Crisis de pánico, trastorno de pánico y agorafobia

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